Juegos infantiles

Juegos infantiles

Juegos infantiles en Las Pedrosas

Los juegos fueron y continúan siendo una importante herramienta para el aprendizaje de habilidades corporales y sociales necesarias para la vida de adulto. En Las Pedrosas los había de movimiento, de cartas, de teatralización o de imitación de los mayores. Muchos se realizaban en la propia calle y con poco más material que el ingenio de los pequeños. Todos despiertan recuerdos felices en las personas mayores.

Juegos de movimiento

Niña con caballo de juguete
Niña con caballo de juguete

De saltar era la comba, sujetando dos una cuerda y echas a saltar así. Unos bandiadores que nos hacíamos en los arboles. De un árbol a otro, o de un palo a otro, hacías un asiento en medio y te bandiaban así como aquí en el parque, columpios. Con la comba algo cantábamos, al pasar la barca me dijo un barquero, las niñas bonitas no pagan dinero. Cogíamos unas latas de leche, hacíamos unos andadores con una cuerda y ibas pin pan, pin pan. Íbamos andando encima las latas.Si jugabas al fúrbol decían que eso era juego de chicos, no te dejaban jugar a balón ni a la pelota tampoco, eso era todo juegos de chicos, no te dejaban hacer eso antes.

Juegos de cartas

Niños jugando
Niños jugando

La zorrica cogías una baraja y hay cuatro ases y los ases eran los que ganaban. Y si le salía la zorrica que era el cuatro de copas pues se llevaba todas perras el que tenía el cuatro de copas. Jugábamos con peseticas.

El del tonto si tenía cuarenta cartas la baraja quitabas un as, y siempre faltaba uno, y repartías depende los que había tantas cartas pa cada uno. Dispués iban robando unas a otras y la última que se quedaba si era el tonto ésa era la que llevaba los palos. Porque íbamos pegando. A la una no sé cómo se decía, a las dos perdona por Dios, los tres pelicos san Andrés, el cuatro sopapo, cinco pillizco, así empezábamos. A las dos perdona por Dios y entonces tenías que poner las manos así para que no te pegaran en la cabeza. A las seis los pelicos de san Andrés, siete cachete, ocho sopapo, nueve ya no me acuerdo. Robaban las cartas pero si no era el tonto lo dejaban encima la mesa, pero el tonto no sabían quién lo llevaba hasta que se quedaba el último. Jugábamos las chicas y los chicos a esto, pero no nos dejaban juntos, los chicos con los chicos y las chicas con las chicas.

Los patacones

Los patacones eran unas cartas que doblábamos haciendo unos cuadricos y el que más se arrimaba aquel ganaba. Con los patacones el que más ganaba, ése se llevaba todos los patacones. Arrimábamos así y a ver. Contra más lejos los echabas mejor.

Hacer comedias

Cuando era yo pequeña, que éramos todas amigas, abajo en el Barrio Curto hacíamos comedias. Y todos estaban mirando, que va a salir la cupletista, la copletista que era yo. Y digo qué me pongo yo, que no había nada por allí. En una baúl viejo había una especie de cubierta colorada, amarilla, verde y por ahi. Esto me va a servir a mí (se ríe). Me desnudé de todo y lo primero que hice fue coger el cacharro aquel y ponémelo. Y al salir todas mirándome, me quité el cacharro y toda en cueros. Siete u ocho años tendría, un poco más.

Juegos de chicos

Niño con carrito de juguete
Niño con carrito de juguete

De pequeños jugaban todos en la plaza, como podían, con alguna pelota que entonces no había ni pelotas. Era grande yo que no teníamos ni balón.

Con piticos de esos, bolicas, chivalica, pie, tute y gua. Los zagales, un aujerico y se metía. Y las cartas viejas las hacíamos en patacones, partíamos la carta en dos tiras. Cinco patacones, seis, ocho u diez, y luego a tirarlos, si los vulcabas te los quedabas. Yo vendía veinte patacones una peseta.

Y hasta que se iba a la escuela, por las mañanas a jugar al marro en la plaza. Los zagales. Se ponía primero uno a coger a otro, pues esos habían de coger a otro hasta que se hacía una cuerda larga que no se podía pasar así toda plaza, venga a correr. Jugábamos allí hasta que venía el maestro, y si se ponía el maestro malo pues contenticos todos.

Todos los testimonios transcritos son fragmentos de sendas entrevistas realizadas en agosto de 2016 a Eusebio Marco, nacido el año 1924, en octubre de 2016 a Carmen Pérez, nacida el año 1938, y en febrero de 2017 a María Luisa Marco, nacida el año 1921.
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